El árbol del café: 5 secretos que nadie te ha contado
Actualmente el árbol del café goza de una importancia económica extraordinaria gracias a la popularidad del café a nivel mundial como bebida aromática y estimulante a partes iguales. De hecho, el árbol de café es uno de los productos vegetales más importantes del mercado global.
¿Pero cómo es el árbol del café? ¿Qué secretos y peculiaridades esconde?
1. Un arbusto, no un árbol
Pese a la denominación que se le da habitualmente, “árbol del café”, la planta del café o cafeto es un arbusto, no un árbol. Se trata de un arbusto que puede alcanzar hasta los 10-15 metros de altura en estado silvestre, sin embargo, en las plantaciones se podan entre 2 y 4 metros para facilitar la recolección del café.
El café recogido del árbol, tiene un color rojizo cuando está maduro y también se denomina “cereza” o “drupa”. Empiezan teniendo un color verde intenso, similar al de las hojas del árbol del café, virando luego hacia el amarillo, hasta llegar a un rojo carmesí cuando alcanzan la madurez, similar al de las cerezas.
El árbol del café, cuyo nombre es cafeto, fue descrito por primera en vez en 1583 por el médico y botánico alemán Léonard Rauwolf, al volver a Europa después de un largo viaje por Oriente Medio.
El café, el árbol del café y sus diversas variedades son dignas de atención, ya que presentan muchas diferencias entre ellas, desde la estructura hasta los frutos que producen.
2. Una gran familia
El árbol genealógico del café comprende aproximadamente 500 géneros y más de 6.000 especies. Uno de los géneros es el Coffea, que cuenta con 10 especies cultivadas por el hombre y del que proviene todo el café que consumimos. Pero desde el punto de vista agrícola y comercial son solo tres las destacables: coffea arabica, coffea canephora (robusta) y coffea liberica.
De todas formas, las dos especies más cultivadas son arábica y robusta. La primera representa aproximadamente el 80% de la producción mundial, la coffea robusta un 20%, mientras que la libérica solo un 1%.
El cafeto de variedad arábica tiene unas características específicas que lo diferencian del de la variedad robusta. La principal de ellas es el modo de fertilización. El cafeto arábico puede auto-fertilizarse, en cambio el árbol de café robusta necesita de la polinización con insectos.
Otra de las diferencias la encontramos en el interior del fruto del café. En el árbol de la variedad robusta, la savia contiene tres o cuatro veces más cafeína que en el de la variedad arábica, la cual utiliza para defenderse de plagas, enfermedades o estrés por falta de agua.
Esto lleva a que la variedad arábica sea más delicada de cultivar, pero al mismo tiempo también se considera de mayor calidad, ya que la alta concentración de cafeína de la variedad robusta le da un regusto final bastante más amargo.
3. Flores y frutos simultáneos
El árbol del cafeto es una de las pocas plantas que florece y da fruto al mismo tiempo. Las lluvias influyen en la maduración del fruto, por lo que no todos los frutos del cafeto maduran a la vez, albergando de manera simultánea flores, frutos verdes y frutos maduros.
Pero la particularidad más significativa del fruto del café es que posee dos semillas contrapuestas en su interior, lo que da la forma tan peculiar al grano del café: al estar enfrentadas entre sí, una cara de la semilla es plana y la otra convexa.
Según la especie, la semilla tiene diferentes formas. Por ejemplo, el fruto del café de árbol robusta es más redonda y la línea central recta. En cambio, la semilla de arábica es más alargada y plana, con la línea en forma de “S”. Esto lo podemos observar a simple vista si comparamos granos de café de cada una de las variedades.
4. Sólo crece en los trópicos
Una de las características que hace singular al cafeto respecto a otras plantas es que solo crece en los trópicos y a partir de 2000 metros sobre el nivel del mar.
Basta con mirar la distribución mundial del árbol de café para dibujar una franja que rodea el mundo, delimitada por los paralelos que señalan el trópico de Cáncer y el de Capricornio.
Aunque dentro de esta franja hay más de 35 países productores de café, los que destacan por su volumen son: Brasil, Vietnam, Colombia, Indonesia, Honduras, Etiopía, India, México, Guatemala, Uganda y Costa de Marfil.
5. La “domesticación” del cafeto
El árbol de café, de nombre científico Coffea, no fue “domesticado” o cultivado hasta el siglo XV, según indican los datos arqueológicos que se disponen a día de hoy.
Un hecho curioso en la técnica de cultivo es que al principio no se utilizaba la propagación del café mediante semillas, como actualmente, sino con la siembra de largas estacas plantadas en forma de arco sembrando sus dos extremos.
Pero ¿cuántos kilos produce un árbol de café? Por regla general un cafeto se cosecha una vez al año, pudiendo recolectarse entre 400 gramos y 2,2 kilos. Actualmente, en una situación favorable, el cafeto puede producir fruto durante 50 o 60 años, con un rendimiento de 800 a 1400 kilos por hectárea según la variedad y condiciones de cultivo. Se estima que a nivel mundial hay unos 15 mil millones de ejemplares de cafetos.
La especie de café económicamente más importante es Coffea arabica, seguida de Coffea robusta. Aunque no hay que olvidar que hay muchas especies de café y que las semillas de algunas especies de árbol de café silvestre se usan localmente.
El árbol del café esconde infinidad de curiosidades sobre su historia, su cultivo o su morfología que todavía desconocemos a pesar de ser uno de los productos vegetales más importantes a escala mundial.
Ha recorrido un camino muy largo desde su descubrimiento en el centro de Etiopía hasta nuestros días, en que su fruto tostado y molido se ha convertido en la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua.