Así es el café de comercio justo y responsable
La responsabilidad ha pasado de ser una palabra de moda a ser un hecho y una necesidad para asegurar el futuro del planeta. En lo que se refiere al café, la responsabilidad es imprescindible para seguir disfrutando de este producto en el futuro, asegurando su cultivo. Por eso, los conceptos café de comercio justo, responsable y ecológico están a la orden del día.
Cerca de 25 millones de familias en el mundo dependen del cultivo de café, generalmente en zonas del planeta en vías de desarrollo, por lo que a menudo han sufrido condiciones injustas para ellos y el medio ambiente. Gracias a la formación de cooperativas de productores y la concienciación sobre el tema, hoy en día podemos disponer de medidas adecuadas para asegurar un futuro tanto para productores como para el entorno.
El café de comercio justo, responsable y ecológico son tres conceptos que van íntimamente ligados. En Bonka, todos nuestros cafés proceden de cultivos responsables, manteniendo un compromiso con los cafetaleros, sus comunidades y el planeta.
Qué es el café de comercio justo
El concepto de comercio justo está ligado a la justicia social. La idea nace en 1970 en los Países Bajos a través de una asociación que busca la equidad, el diálogo, la transparencia y el respeto en el comercio, asegurando los derechos de los productores, especialmente en países en vías de desarrollo.
El comercio justo se convierte en una de las herramientas que pueden erradicar las causas de la pobreza y contribuir a un desarrollo responsable de la economía.
Las reglas básicas del comercio justo son:
- Ofrecer oportunidades a productores desfavorecidos y comerciar con transparencia, responsabilidad y aplicando prácticas comerciales justas.
- Ofrecer un pago justo por los productos.
- No permitir el trabajo forzoso, el trabajo infantil y la discriminación por género.
- Valorar las buenas condiciones de trabajo y fomentar el desarrollo de las capacidades de los trabajadores.
- Respetar al medio ambiente.
El comercio justo es una de las medidas para conseguir un sistema agrícola y comercial más responsable. Pero la responsabilidad es más amplia y hay muchos otros factores que hacen que un producto como el café se cultive de forma respetuosa con el medio ambiente y responsable.
Qué es el café de cultivo responsable
La agricultura responsable, según la FAO, es la que garantiza la seguridad alimentaria y promueve ecosistemas con una gestión responsable de la tierra, el agua y los recursos naturales. Es la que garantiza el futuro de los cultivos, favoreciendo el relevo generacional, el mantenimiento del ecosistema y un crecimiento responsable en el tiempo.
En el caso del café, el cultivo responsable es el que no agota los recursos naturales disponibles y contribuye a la conservación de los ecosistemas sin perjudicar la flora y la fauna. Por eso el cultivo de café responsable se hace bajo árboles de sombra de más de 5 especies distintas, favoreciendo la creación de hábitats para infinidad de animales y vegetales. Así, los cafetales se convierten en fábricas de agua y oxígeno.
Pero responsabilidad no solo es respetar el medio ambiente en el cultivo, también es garantizar la rentabilidad de las actividades y la equidad social y económica (punto donde pone el foco el comercio justo) y la responsabilidad y ahorro de materiales en el transporte y manipulación del producto hasta su comercialización.
Así pues, la responsabilidad es un concepto muy amplio que tiene como fin un sistema de producción y una relación con el planeta más justa.
Qué es el café ecológico
Muchas veces se confunden los términos ecológico y responsable, aunque no son exactamente lo mismo. El café de cultivo ecológico, acreditado y certificado como tal, es solo una parte de los cafés de cultivo responsable que podemos encontrar.
La primera certificación de productos ecológicos se hizo en 1967 y desde entonces la producción mundial no ha parado de crecer. Para obtener el sello ecológico, los cultivos o productos deben seguir unos estándares medioambientales que en España marca la normativa europea.
El café ecológico se cultiva a la sombra, no se trata de un monocultivo y no se produce en zonas deforestadas. Los cafetales están integrados en el ecosistema, por lo que no son necesarios los productos químicos para combatir las plagas.
La certificación de producto ecológico tiene un coste para el productor, por eso no todos los cultivos responsables apuestan por tener el sello ecológico en sus productos.
Una característica general del café producido en cultivos ecológicos o responsables, es que tiene una gran calidad. Tanto su cultivo como su recolección y procesado se realizan con más cuidado y de forma más selectiva.
En Bonka apostamos por un café justo. Por eso, todos nuestros cafés proceden de cultivos responsables y creamos proyectos propios de apoyo a los caficultores y su entorno para garantizar esta actividad económica en el presente y en el futuro.
Además, algunos de nuestros productos, como el Espresso natural y el café en grano Puro Arábica cuentan con el sello de Rainforest Alliance, una de las agencias que certifican la responsabilidad del producto en algunos países. Por otra parte, Bonka también cuenta con un café con certificación ecológica, Bonka Ecológico.
Así pues, preparar una buena taza de café también puede ser un gesto para conseguir un mundo más justo y responsable. Y disfrutando del mejor sabor.