Tipos de cafés arábicos: ¿por qué son los mejores del mundo?
El café es una de las bebidas de culto de nuestra sociedad, mucho se ha escrito sobre él, sus variedades, tipos de grano y sabores. Se han catalogado más de 100 especies diferentes de cafetos, pero son dos los que tienen prácticamente la totalidad de la producción mundial: los cafés arábicos y los robusta.
Los cafés arábigos son de los más apreciados en el mundo, considerados como uno de los mejores cafés en grano y representando el 70% de la producción mundial debido a su delicioso sabor.
El grano de los cafés arábicos tiene menos cuerpo que el grano de robusta, es más equilibrado, con buen aroma y una acidez suave y agradable al paladar. Tiene entre un 0,8% y 1,4% de cafeína, mucha menos si lo comparamos con el 4% que tiene el grano robusta.
Hoy nos centramos en conocer un poco más los tipos de café arábica y las características de estos granos de calidad superior.
Tipos de café arábica
Los cafés arábicos son originarios de Etiopía, pero en la actualidad se cultivan principalmente en Brasil, Colombia y América Central en altitudes de entre los 500 y los 2400 metros, en zonas húmedas y de clima cálido.
Todos los granos de café tipo arábigo tienen una gran riqueza en aromas y sabores. De tacto suave, con notas frescas, frutales y florales y con un toque de acidez equilibrado. Sin embargo, estas características dependen no solo del tipo de café arábica, también de factores como el agua, el clima y cualquier proceso involucrado en la preparación de una taza única.
Moka, un café que recuerda al chocolate
El sabor de este café arábica dio nombre al famoso café con chocolate o moca. Y es que la variedad Moka tiene una baja acidez y un sabor que recuerda al chocolate, pero no debe confundirse con la receta con cacao.
Originario del Yemen, su nombre se lo debe al principal puerto de exportación de esta variante.
Sierra Nevada de Santa Marta, el café colombiano por excelencia
Entre los tipos de café arábigo, si uno destaca del resto es el que procede de Colombia. Los granos del Sierra Nevada de Santa Marta son reconocidos por la calidad de sus cosechas y sus tradicionales métodos de cultivo artesanal.
Gracias a las condiciones climáticas y al cuidado que reciben estos cafetos por parte de los agricultores, se consigue un café de altísima calidad, con toques ácidos y amargos muy bien equilibrados y un sabor a caramelo y pan tostado irresistible para la mayoría de paladares.
Tarrazú, un café volcánico
El Tarrazú es otro de los tipos de café arábigo que recuerda al chocolate, sin embargo, esta variedad es más ácida, de mayor cuerpo y con toques de madera. Su origen se encuentra en una región volcánica y montañosa de Costa Rica.
Java: una de las variedades más populares
Originario de Indonesia, la variedad Java fue introducida en Europa por los holandeses en el siglo XVII. Este tipo de café arábica es de los más reputados y demandados por los consumidores. Gracias a las condiciones climáticas de la isla, es un café fuerte, algo picante y con toques dulces.
Harrar, cultivado artesanalmente
El Harrar destaca por su cultivo artesanal y el minucioso cuidado que reciben los granos de café hasta llegar a la taza. Desde la recolecta, al secado y tueste, el cultivo de esta variedad es siempre manual.
Procedente de Etiopía, este café tiene una alta acidez y un cuerpo medio, con toques afrutado, tonos terrosos y textura un poco áspera.
Jamaica Blue Mountain, el champagne de los cafés
Considerado por muchos como el mejor del mundo, esta variedad de café arábica se cultiva de forma artesanal en las Montañas Azules de Jamaica, una región considerada reserva forestal protegida.
Se trata de un tipo de cafeto que produce un reducido volumen de granos, ya que han decidido priorizar la calidad por encima de la cantidad de producción. De ahí, que el precio del Blue Mountain sea tan elevado en comparación a otros cafés arábigos.
Se trata de un café suave, de acidez media, sin mucho cuerpo y con ligero sabor a madera y un aroma inconfundible.
Kenya, un grano con categorías
A diferencia de las variedades anteriormente mencionadas, el café Kenya dispone de 9 categorías, de mayor a menor calidad son: AA, AB, C, PB, TT, T, UG1, UG2 y UG3.
El sabor y aroma de esta variedad originaria de Kenia es intenso y complejo, con toques a frutos del bosque y notas ácidas.
Como veis, son muchos los tipos de granos de café arábica y muy diferentes sus características, aromas y sabores. Además de las anteriores, en el mercado también encontramos otros tipos de café arábica como el Typica, el Bourbon o el Caturra, entre muchos otros.
Sin embargo, si se quiere conseguir la máxima calidad y delicadeza en el paladar, debemos fijarnos en que las variedades sean 100% arábicas. Cuando degustamos una taza de estas características, notamos un café mucho más delicado, que nos deja en el paladar una sensación ácida con un toque de chocolate. Para que el café sea considerado 100% arábica debe ser cultivado por encima de los 1.000 (e incluso 2.000 metros de altura).
El Café Bonka Puro Arábica es un café de cuerpo delicado, con intensas notas aromáticas, cítricas y afrutadas. De hecho, la magia del Bonka Puro Arábica reside, según opiniones de los consumidores, en la armoniosa combinación de notas afrutadas cítricas que abren paso a sutiles matices florales.
Otras características diferenciadoras del café arábica
Como habéis podido comprobar, el café arábica tiene unas características en cuanto al cuerpo del grano, su sabor, la cafeína, su origen y la forma en la que se cultiva que lo diferencian de otras variedades, como el robusta.
El tamaño de los granos de los cafés arábicos es fácilmente distinguible a simple vista. Es más pequeño que el del café robusta, con una forma más alargada y plana. Además, una de las características más visibles es la raya que divide el grano, la cual presenta una forma más irregular, como una ‘S’.
El sabor de este tipo de variedad es más equilibrado, aromático y más suave que el robusta. Esto, sumado a la baja cantidad de cafeína, es lo que lo convierten en la variedad perfecta para disfrutar en cualquier momento del día.
Además, la recolección del café tipo arábica se acostumbra a hacer a mano, a altitudes en las que resulta un proceso difícil, por lo que el valor de este café aumenta con respecto al robusta y otras variedades.
Todos estos detalles son los que hacen que los cafés arábicos sean un producto tan especial. En definitiva, el café arábica es, sin duda, un café sutil, delicado y elegante al paladar.